domingo, 28 de noviembre de 2010

Tristes Azules:


Llegó a ti con mil promesas y ahora todas aquellas ideas felices se vuelven amargas en tu cabeza, lesionando tu autoestima, asfixiando tu luz y limitándote en su oscuridad.
Deja de añorar aquello que tan triste terminó, aquello que alguna vez fue o pudo haber sido.
Niña tímida de tristes azules.
El ya se fue, no lo hagas tú también, porque podrías ser ahora mi luz frente a la desesperación de una soledad que va siendo cada vez menos tímida y más inminente.
Las palabras de mi cabeza son ahora una distorsión de las canciones que algún día recordé, de aquellas bocas que besé y que intento en vano no dejar en el olvido.
Recipientes vacíos, cigarrillos apagados y basura polvorienta son mis compañeros de viaje ahora, rodeados de un telón de glamour y misterio que juguetea con la idea del amor mientras se pudre en un sexo desenfrenado sin esmero. Es lo que tengo, pero no es suficiente ni es lo que espero.
Intentarlo no es suficiente para mí ahora, el pesimismo siempre vino de mi mano y nunca pude ganarle al escondite.
Así que tristes azules, cuando estés triste y no te sepa escuchar
Cuando te canses de que para él, el cariño se limite a follar
Cuando el ser solamente un objeto no sea suficiente y tu llanto carezca de un hombro en el que poderse calmar. Entonces recordaras los felices momentos y que no me comporté tan mal, que todas las quejas y reproches no tenían donde apoyar, que lo que antes era amor ahora solo consigue ser un reflejo de felicidad.
Cada mañana acaricio el hueco vacío de mi cama en vano, esperando encontrar algo más, esperando que estés otra vez a mi lado y volverte a abrazar.
Olor a café por la mañana, ver juntos el atardecer o esos besos bajo la lluvia que me enseñaste a apreciar, son demasiadas las cosas que echo de menos, son demasiadas para sustituir nada mas.

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