lunes, 16 de mayo de 2011

Yo hoy en dia.

Clic.

Grito y aúllo. LLoro, me retuerzo, pero nada para, siento el jodido fuego dentro. Quiero vomitarlo, quiero cagarlo, quiero mearlo, pero nada calma el insaciable dolor.
Es la desesperación, es el hambre y la pobreza. Es un vagabundo quemado en un cajero, es un niño violado, es un fanático inmolándose...
Solo quiero una ruidosa bala, una ruidosa bala y apretar hasta suene clic. Entonces todo se solucionará, entonces el fuego se habrá apagado.

viernes, 21 de enero de 2011

La cuadratura del circulo:

Estás en un estado de emoción, sientes la imperante necesidad de estar a su lado todo el tiempo y te preguntas si es eso a lo que llaman amor.
El simple echo de pronunciar su nombre te produce un cosquilleo en el estomago y su visión una tonta sonrisa de felicidad.
Morirías por ella, morirías sin ella, y no hay nada más en lo que pensar cuando ella no está.
Fundir mi yo en ti, mientras el tú se funde en mí, el roce de la suavidad de pieles desnudas entre caricias cálidas y húmedas, los besos por la noche y al despertar, conocer y que conozca lo que nadie más sabe y las miradas y gestos de complicidad.

Es la simbiosis perfecta, la cuadratura del circulo

jueves, 16 de diciembre de 2010

Nunca habrá Amor y Azul:

Tullido frente a este jodido mundo que me devora hago un último intento para levantarme de esta paraplejia cerebral y centrarme en lo verdaderamente importante.
Azul, Azul, Azul, cielo azul, casas azules, miradas azules… sabes que están ahí, observando tu inutilidad.
Tus ojos se secaron cuando dejaste de llorar, tus manos se entumecieron cuando dejaste de luchar y a tus piernas se les olvidó lo que era caminar.
Solo tu corazón late, por necesidad, y los pensamientos pesimistas ahogaron tu respirar.

Pero siempre hay una luz al final del camino, azul, de ese azul de una mañana de primavera, inundando tus pulmones con olor a flores, y a sol, y a alegría. Y puedes verla y sentirla y olerla, es entonces cuando sales de la paraplejia, y de nuevo tienes ojos, y de nuevo puedes caminar y tocar, piensas en si estás muerto, si sueñas, pero es demasiado real y de pronto tu eres azul y encajas con los demás, pero entonces te das cuenta que en el camino olvidaste lo que era amar.

Ahora solo me queda este párrafo que necesito guardar: “Desearía ser pájaro para volar hasta ti, desearía ser araña para no dejarte escapar, pero nuca desearía ser pez porque no quiero olvidarte jamás”.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Ruido de motosierras:

Mis manos se deslizaron por la repisa hasta topar con lo que andaba buscando, y sinceramente, con un montón de mierda acumulada también. Abrí la bolsa y el perfume salio invadiendo la habitación. Había sido un día duro. Deshice el cogollo, con las manos, nunca me gustaron esos jodidos inventos para picar. Tome un poco de tabaco y lo líe tranquilamente, sin prisa, recto y bonito, porque lo bien hecho bien parece y además siempre sabe mejor.
Puse algo de música y baje las persianas. Me gustaba esa sensación, tumbarme y reflexionar mientras miraba aquella incandescente luz a cada calada y el humo invadía mis pulmones y descomponía mis problemas.

Dormí, dormí durante mucho tiempo, dos días quizás, llamaron  al teléfono y me desperté. -Treinta pavos de hierba. -OK tío allí estaré.
El cuerpo me dolía por todas partes, pero andaba en números rojos así que salí a buscar a aquel tipo. El aire me acuchillaba los huesos aun teniendo el pijama debajo y entonces pensé en si colocarte un jueves por la noche cuando tienes clases por la mañana era tan buena idea…
Once y media de la noche, mis pies calados y el tipo apareció. Regresé pensando en como sería ser una persona normal.

Sábado noche, frenesí nocturno y sonido de motosierras entre sabanas vacías por la mañana. Las drogas ya no son lo que eran pero te empeñas en recobrar los buenos momentos con añoranza pensando en si pudiste hacer algo para salvar todo aquello que tenias.
Intentas escribir, intentas plasmar la desesperación y te preguntas para qué escribir, para qué fumar, para qué drogarse si no va a cambiar lo que tienes que decir. Y lo que tienes que decir es tan incoherente para todos y tan obvio para ti que te hace sentir verdaderamente inseguro, es tan obvio que te gustaría gritarlo y maldecirlos a todos por su jodida ignorancia, que esboza el reflejo de una vida que no viven en realidad.
La televisión les dice como vivir, las redes sociales los guían en como actuar y no terminan de darse cuenta de que son un puñado de marionetas más.

Aburrido de todo, asqueado sin más, irritante, mal hablado, un poco loco quizás…
Pésimo estudiante, deportista y amante en general, bueno solo en banalidades poco dignas de elogiar.

Saque un sobre de ibuprofeno y una pastilla de prozac y me tomé un baso de leche, subí de nuevo a la habitación y ajuste la bicicleta mientras me liaba un porro con manos engrasadas, no solía ser muy pulcro cuando trabajaba la verdad. Tome la bolsa de la repisa y me fui al skatepark. Solía vender bastante allí la verdad; skaters, bikers, rollers, las drogas en esos mundillos se expanden sin más.

Mis negocios mantenían mi mente distraída y mis adicciones y caprichos relativamente a flote, aunque administrase desastrosamente mal siempre podría deshacerme de algo más, al fin y al cabo lo llevaba haciendo mucho tiempo ya.

Cuando aprendes a vivir así no es que te haga falta mucho dinero para pasarlo bien, una copa de aquí otra de allá, una raya del aquel tipo gordo del fin de semana anterior y un polvo casi seguro de la chica que se apoya en el altavoz.


De nuevo ruido de motosierras, motosierras y hardcore, y lancé el jodido móvil contra la pared. No sonó más.
12 y media de la mañana, demasiado tarde para asistir a clase pensé, mientras buscaba dos calcetines limpios del mismo color. Me enfunde unos vaqueros y la primera camiseta que no me olió a sudor y baje a la calle. Cruce la avenida y entre al primer autoservicio que encontré. Agarre una cesta, de esas que son una especie de carrito, solo que aquella solo disponía de una rueda y se movía circularmente.
La gente me miraba mas extraño de lo habitual, tampoco le di mucha importancia, debía de ser mi peinado mañanero.
 Leche, Café, pan de molde, macarrones y tomate frito, no había para mas de momento. Me acerque a la caja, jodida sorpresa la mía cuando me vi reflejado en un espejo y vi mi camiseta cuatro tallas menos, en ella se podía leer perfectamente “sexy bitch” con remaches plateados. Agarre la bolsa y me dirigí a mi ratonera de nuevo.
En el buzón estaban las facturas de la luz y el agua por pagar, las deje ahí, suficiente disgusto había sido ya el incidente de la camiseta como para tener otro más.
Saque un porro y una cerveza y me senté en el sillón, no tenia tabaco, así que rebusque las colillas del cenicero vaciando el poco tabaco que quedaba en ellas y lo comencé a liar.
Se abrió  la puerta del baño y salio una chica, me miro y dijo simpáticamente -te queda pequeña, esbozando una mueca entre dulzura y mofa. La mire, lamí la pega del papel y la volví a mirar. -Si intentas hacer la gracia llegas tarde, esa ya la uso la cajera.
Pregunto si había algo de comer, solo si sabes cocinar le respondí.
Se sentó a mi lado en el sillón y me quito el porro de las manos, le dio una calada y me beso en la mejilla con una sonrisa traviesa mientras me subía la mano por la pierna.
–Quien carajo eres tu por cierto? Pregunte extrañado mientras recobraba el porro de su mano. Se cabreo, me llamo cerdo e hijo de puta y se largo dando un portazo.
Sonó el timbre. La chica cabreada se había ido en bragas, así que abrí la puerta y pregunte que quería. Ella solo dijo -Me llamo Helena. y cerro la puerta tras de si.
Estuvimos follando un buen rato, luego salimos a comer algo, ella invito.
Regresamos al piso e hicimos un par de canutos mas, fui a la habitación, saque un par de pollos de speed y robamos una botella de Jack Daniels en una tienda del barrio pijo.
Paramos en un portal de un edificio enorme, entonces ella dijo – es aquí, mis padres no están. Subimos en el ascensor, era de un tamaño descomunal, casi como el de un hospital, y tenia una voz sexy de mujer que indicaba la planta al parar. La casa no tenia desperdicio, limpia como una patena y con unos muebles que debían de valer una fortuna.
Deje la botella sobre la mesa y ella saco un par de vasos mientras yo me hacia un par de rayas en su encimera metálica ultimo modelo.
Seguimos bebiendo y esnifando speed hasta que se termino y empezamos a follar en todos los rincones de aquel jodido palacio. Ella se fue a duchar y fui a fisgonear por las habitaciones. Tome prestado el dinero de su cartera y todo el oro que encontré en la habitación de sus padres y me fui a una casa de empeño, regrese al piso y saque las facturas del buzón. Mañana seria un nuevo día con ruido de motosierras y algo de dinero más.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Tristes Azules:


Llegó a ti con mil promesas y ahora todas aquellas ideas felices se vuelven amargas en tu cabeza, lesionando tu autoestima, asfixiando tu luz y limitándote en su oscuridad.
Deja de añorar aquello que tan triste terminó, aquello que alguna vez fue o pudo haber sido.
Niña tímida de tristes azules.
El ya se fue, no lo hagas tú también, porque podrías ser ahora mi luz frente a la desesperación de una soledad que va siendo cada vez menos tímida y más inminente.
Las palabras de mi cabeza son ahora una distorsión de las canciones que algún día recordé, de aquellas bocas que besé y que intento en vano no dejar en el olvido.
Recipientes vacíos, cigarrillos apagados y basura polvorienta son mis compañeros de viaje ahora, rodeados de un telón de glamour y misterio que juguetea con la idea del amor mientras se pudre en un sexo desenfrenado sin esmero. Es lo que tengo, pero no es suficiente ni es lo que espero.
Intentarlo no es suficiente para mí ahora, el pesimismo siempre vino de mi mano y nunca pude ganarle al escondite.
Así que tristes azules, cuando estés triste y no te sepa escuchar
Cuando te canses de que para él, el cariño se limite a follar
Cuando el ser solamente un objeto no sea suficiente y tu llanto carezca de un hombro en el que poderse calmar. Entonces recordaras los felices momentos y que no me comporté tan mal, que todas las quejas y reproches no tenían donde apoyar, que lo que antes era amor ahora solo consigue ser un reflejo de felicidad.
Cada mañana acaricio el hueco vacío de mi cama en vano, esperando encontrar algo más, esperando que estés otra vez a mi lado y volverte a abrazar.
Olor a café por la mañana, ver juntos el atardecer o esos besos bajo la lluvia que me enseñaste a apreciar, son demasiadas las cosas que echo de menos, son demasiadas para sustituir nada mas.

lunes, 13 de septiembre de 2010

14-08-2010

No es Nación Prozac:

Busco entre la mierda acumulada algo que sea jodidamente importante, pero no está ahí, solo encuentro mis armas de autodestrucción.

Mi mente es la puta sarna que azota el mundo, puedo salvar a todos de la destrucción, puedo salvarlos a todos excepto a mi…
En mi mente aparecen todos los paraísos perdidos, todas las imágenes felices que alguna vez soñé con tener y que mis manos intentaron crear con esfuerzo mientras mi subconsciente destruía con sigilo y devoción. Es la lucha constante, es la lucha constante lo que me consume por dentro, el intentar ser feliz sin conseguir nada, el acumular derrotas en un gran best seller mientras las victorias no son capaces de ser editadas ni en una versión de bolsillo.

La soledad es a veces tan abrumadora que no puedo pensar en ninguna cosa más. Es el miedo en persona y me enfrento a el aún sabiendo que no lo puedo parar. Es el gran enemigo, invisible pero tan real como el aire que respiro.
Cada noche me paro a pensar en toda la infelicidad y decepción que llevo dentro, es entonces cuando todo se vuelve contra si mismo y solo queda ese vacío que me avergüenza mostrar.

La felicidad es la gran farsa, un estado de emoción pasajero que alimenta la soledad sin esfuerzo, buscando en vano el amor que acabará en desilusión. Y, si buscamos el amor y la felicidad sobre todas las cosas, qué podemos conseguir más que soledad, qué podemos esperar más que una ficción…
Mi cenicero se llena cada vez más de colillas y mi corazón de tristeza, ya sólo puedo pensar en que es sólo una utopía más.
Es el gran circo de los depresivos y todos están invitados a mirar, tranquilos es la sesión de la tarde, nadie se va a suicidar. Antidepresivos para todos, no es nación prozac, no va a borrar tus problemas pero la aceptación te dará un reflejo de prosperidad.